Conflicto con la marca Lefties de Zara España SA, aléjate del Gran Jonquera

«Lefties» es una marca de tiendas de la empresa Zara España, SA. Todo lo cual forma parte de la fortuna del textil Inditex.

La responsable de personal de Zara rechaza la conciliación familiar de una trabajadora con familia monoparental. Además le impone sanciones salariales.

El centro comercial «Gran Jonquera» vende productos de Lefties/Zara, pues es mejor no acercarse ahí.

Conflicte amb la marca la marca Lefties de Zara España SA

«Lefties» és una marca de botigues de l’empresa Zara España, SA. Tot això foma part de la fortuna del tèxtil Inditex.

La responsable de personal de Zara rebutja la conciliació familiar d’una treballadora amb família monoparental. A més a més li imposa sancions salarials.

El Capitalismo es el mayor agravante de los fenómenos meteorológicos extremos

Comunicado de la Confederación Regional de Levante de la CNT-AIT:

Estamos horrorizados por el nivel de muerte y destrucción que ha dejado en el levante central la DANA del pasado martes 29 de octubre. Transmitimos nuestras condolencias a toda/os los familiares y amiga/os de las personas fallecidas; esperamos la pronta recuperación de todas las zonas afectadas y exigimos una adecuada mejora ante la realidad climática. Desde algunos de nuestros Sindicatos estamos colaborando con la recogida de enseres básicos para poder hacerlos llegar lo más pronto posible a las zonas afectadas en estos días. La solidaridad, el apoyo mutuo y la autogestión que surgen espontáneamente de estos desastres, apuntan, a que la naturaleza humana no tiene una raíz egoísta como nos quiere hacer creer el arraigo de la cultura capitalista imperante.

No compartimos, sin embargo, la frase recurrente en estos momentos de «volver a la normalidad», porque al igual que en otras crisis, señalamos que la llamada «normalidad» es el problema.

La propia situación climática vivida es en gran parte consecuencia directa de nuestra actividad económica mundial, el calentamiento global provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero necesarias para mantener la producción y el consumo capitalistas, están generando un rápido cambio climático, que aumentan tanto la cantidad como la fuerza de estos fenómenos extremos. Es un hecho contrastado científicamente, pero marginado activamente por la política profesional que sabe que, si lo aborda consecuentemente, pondría en riesgo el consagrado crecimiento económico, del que dependen tanto las élites económicas como los Estados y sus estructuras de poder. El eufemismo del «desarrollo sostenible» que promueve la socialdemocracia y los liberales, no busca la reducción del crecimiento que es la única fórmula eficiente para la reducción de emisiones y residuos -aunque ya vamos tarde-, sino seguir con el crecimiento capitalista bajo el bien visto color «verde», pero con la misma estructura explotadora y contaminante, solo que cambiando de forma de producción o exportando las consecuencias ponzoñosas a otros territorios.

La sociedad tampoco ve como prioritario este problema, observando tanto sus tendencias políticas como las corrientes de opinión más o menos populares, se demuestra que la mayoría de la sociedad es ajena o minimiza el problema. Es evidente la influencia social de los medios de comunicación generalistas -y capitalistas-, que ocultan, confunden o tergiversan la realidad, en favor de la continuidad del sistema dominante, en esta y en otras crisis. La influencia particular de las Redes Sociales en los últimos tiempos también es un elemento alienador de primer orden, ya que su dinámica ha consagrado la opinión sobre la argumentación, un terreno abonado para los charlatanes de distinto pelo que han hecho populares las teorías más absurdas y dañinas, encumbrando tanto política como socialmente a un montón de miserables con sus ocurrencias reaccionarias, algo que al poder capitalista básico le va bien: mantenernos en la ignorancia por exceso o por defecto de información ayuda a limitar la generación de conciencia. Sin ninguna duda, estar a merced de los medios de comunicación clásicos o en red, aleja a las personas de la realidad objetiva, que es aquella que otorga el contacto e interacción con lo más cercano y vivencial, con vecinas y vecinos, con compañera/os de trabajo o la participación en colectivos sociales, laborales o medioambientales asamblearios y de clase… Donde se contrastan y abordan problemas que son comunes a la clase social y al lugar donde se vive, no cultivar estas posibilidades es abandonarse a la vulnerabilidad intelectual que permite la manipulación.

La mayor anormalidad de la normalidad oficial, es la que atañe a la procedencia social de las y los damnificados, en esta crisis y en todas, la clase trabajadora, con o sin trabajo, empleada o jubilada, es el grupo social más afectado en estos desastres siempre. Lo es en primer término porque somos la gran mayoría, pero también porque el acceso a la vivienda en nuestro caso, nos conducen a lugares más expuestos y precarios históricamente, donde las administraciones han permitido directamente un urbanismo kamikaze, acelerado y expansivo sobre terrenos más económicos precisamente por diferentes tipos de riesgo, algo que no sucede en las zonas urbanizadas de las clases capitalistas. Sólo hay que mirar las zonas de mayor y menor renta en las ciudades y se puede comprobar que las zonas altas, en este caso, corresponden a las de mayor renta. La presión urbanística desde el desarrollismo empujada por la patronal constructora y la banca en las últimas décadas, crearon una dinámica administrativa que favorecía la promoción a gran escala. La liberalización del suelo por ley en los noventa dio el empujón definitivo para facilitar la construcción casi en cualquier parte, la búsqueda de la recalificación abrió la puerta a más especulación y corrupción, sobre todo en la región levantina donde el espacio más acto no solo se dejó para los ricos, también para el turismo. Se ignoraron riesgos como el de inundaciones en muchísimos lugares a base de costosísimas obras publicas de reconducción de aguas que acercaban las viviendas a las mismas ramblas; en la mayoría de los casos, se limitó drásticamente la expansión lenta y natural del agua encajonándola y aumentando su velocidad y por tanto su fuerza. Aunque estos elementos de conducción fueron planificados con altos márgenes de capacidad, están siendo superados por la realidad climática con dramáticas consecuencias y quienes viven en esos espacios ganados al agua son las clases obreras.

La principal vulnerabilidad de la clase trabajadora es la coacción universal que el capitalismo ejerce sobre ella, es decir, la obligación de tener que vender nuestra fuerza de trabajo para poder vivir, y en estos días se ha convertido en una trampa más en el desastre que estamos analizando. Hemos visto como las empresas -ya con el tardío aviso de protección civil- no dejaban salir a sus trabajadore/as de los centros de trabajo, o seguían obligándolos a repartir, o les hacían venir para seguir cubriendo los turnos en pleno caos. No hay ninguna sorpresa en el proceder de la producción capitalista, somos números y resultados para ellos, la explotación cotidiana, la siniestralidad laboral o la condena al paro lo corroboran mes tras mes…

No es posible apelar a la buena voluntad de las patronales, su naturaleza es la de la búsqueda del beneficio y este, se consigue exprimiendo el tiempo y la fuerza de trabajo de las y los empleados. Las regulaciones menos prácticas son papel mojado por su ambigüedad incluso ante el ejecutivo, solo hay que ver al propio ministerio de trabajo pidiendo -y no obligando- a que los patrones cumplan con la ley de riesgos laborales en la parte que indica evitar situaciones de riesgo para los trabajadores, y una alerta roja meteorológica lo es (solo algunos centros de trabajo de base pública -y científica-, como la Universidad de Valencia si reaccionaron con tiempo enviando a sus casas a sus trabajadores/as con cinco horas de adelanto evitando situaciones de riesgo).

Frente a esta lógica habitual y que se hace patente en situaciones como la vivida, la clase obrera muy poco organizada y cohesionada, depende casi en su totalidad de un sistema de representación sindical a la que les importa poco el bienestar obrero en su conjunto. Los comités de empresa compuestos por los sindicatos de estado más y menos numerosos, no han reaccionado en ningún momento, alejados como es habitual, de la realidad laboral y social que rodea el mundo del trabajo, los privilegios dentro de la clase obrera se consiguen no molestando a los patrones. Como proletarios nos falta mucho para llegar a asumir la responsabilidad de autoorganizarnos en cada empresa, en cada centro de trabajo, para contrarrestar el poder empresarial de forma directa. Llegar a manejar desde las asambleas de trabajadore/as la producción o servicios debería ser el objetivo, esta posibilidad evitaría muchos de los ataques que sufrimos como clase trabajadora, y también facilitaría una respuesta segura, justa y contundente para quienes trabajamos en situaciones de crisis o emergencias.

El Estado y sus subestados regionales, tienen como primer cometido mantener el orden establecido, y este orden no es otro que el del privilegio de la élite que se consigue a través del capitalismo y la inviolabilidad de la propiedad privada. Ese es su sentido de existencia y la autoridad es su herramienta; el Estado no está para rescatarnos en primera instancia, no es que sea negligente, es que responde a otra lógica primordial donde el auxilio al Pueblo es secundario, los espacios de socorro que engloban son creaciones complementarias y no prioritarias para legitimar su existencia ante la opinión pública en democracia. Por ello, frente a la catástrofe, lo primero que hace es mantener el orden establecido ante la necesidad de un pueblo que lo ha perdido todo y necesita salir adelante. El Estado bajo sus cuerpos y fuerzas de seguridad detienen a cualquier persona que viole la consagrada propiedad privada, mientras faltan manos y medios en todos sitios, este elemento corrector no falta desde el primer momento. Los llaman saqueos o pillajes para criminalizar lo que es una necesidad en situaciones excepcionales, los medios se hacen eco de estas cuestiones casi anecdóticas para dar la sensación de peligro social y justificar una durísima represión contra las víctimas. Ahora incluso grupos reaccionarios se suman a esta falsa alarma social, para pescar en la visceralidad de estos días, organizando patrullas de base paramilitar que recorren las calles defendiendo mercancías, aseguradas de antemano, y que podrían servir para paliar graves situaciones. Defender la propiedad privada no es ayudar al pueblo, es ayudar al capitalismo, la expropiación social de la propiedad es un derecho cuando se nos niega la subsistencia como conjunto social.

La segunda reacción del Estado frente al vacío gestor estructural y la consiguiente organización social espontánea, es la de desplegar un gran número de fuerzas del orden, no tanto para paliar o ayudar, como para controlar las reacciones de malestar que surgen ante el desmoronamiento cultural de las creencias sociales establecidas.

La Generalitat de Valencia, uno de esos subestados competentes para normativizar nuestras vidas, y gestionar y responder ante los posibles riesgos dentro de la estructura estatal ejecutiva, minimizó la amenaza alertada científicamente con 10h de antelación hasta que fue demasiado tarde. Además de la incompetencia homicida de sus responsables, cargos bien remunerados y con gran poder -a los que deberíamos defenestrar de inmediato…- añadimos, que como apuntamos a lo largo del escrito, no es solo una cuestión negligente por parte de personas concretas. La cadena de «fallos» es un hecho estructural inherente al capitalismo y su ordenación bajo la regulación del parlamentarismo delegatorio en todos sitios, pero es concretamente en la región levantina, donde la facilidad dada desde la administración a la expansión capitalista ha generado un buen número de desastres fundamentalmente relacionados con el urbanismo y la construcción (metro de Valencia, incendio edificio Valencia, pantano de Tous…) el sector más ensalzado por la propia administración como fórmula de desarrollo, que finalmente y como podemos comprobar por desgracia en estos días ha tenido mucho que ver con el nivel de destrucción y mortalidad como apuntamos más arriba.

El otro punto a destacar del comportamiento de la administración ejecutiva electa es el que tiene que ver con detener la producción y consumo capitalista ante las alertas, una posibilidad que salva vidas y que no se usa. Parece que mantener la «normalidad» exige cierto riesgo, el principio de precaución no es aplicable en el capitalismo ni para velar por el bienestar de las y los trabajadores, ni para el logro y consecución de los propios productos finales (toxicidad, contaminante, etc.) ¿cómo puede existir aun la creencia social de que el Estado y sus hermanos pequeños velan por el pueblo?… Tras el paso de las semanas, meses y años volveremos a ver, como en otros desastres, cómo las autoridades jerárquicas intentarán eludir sus responsabilidades hacia sus subalternos, resistirse a sus obligaciones subsidiarias, o que las aseguradoras rebajen, obstaculicen o retrasen las indemnizaciones en pleno duelo… porque al principio capital y Estado llevan la máscara puesta, pero cuando se enfrían las emociones, lo que importa en el capitalismo es el balance económico y político.

Finalmente, vemos reflejadas en innumerables imágenes las «barricadas» que la naturaleza ha levantado en las calles con todos los enseres, propiedades y basuras que el consumismo genera, como si de una revolución se tratase. La naturaleza levanta estos muros hechos de las consecuencias de una sociedad que acumula objetos y bienes sin un sentido de necesidad vital, y que finalmente han contribuido a empeorar la situación con los taponamientos que han generado. El coche, ese símbolo del individualismo y del capitalismo del consumo, se convierte nuevamente en trampa -como ocurre con el efecto de sus emisiones o accidentes-.

Una movilidad mayoritariamente colectiva y no individual, paliaría grandes problemas generales, y también particulares. El Mediterráneo, ese mar vertedero, recibe ahora toda la ponzoña que nuestra sociedad produce, material y también mentalmente…

En nuestras manos, mentes y cuerpos, las de todas las clases populares esta replantearse qué es «la normalidad» realmente, y desde el estremecimiento que provoca este planteamiento en las conciencias, resurgir como humanos justos y libres, sin miedo a desobedecer para buscar entre toda/os aquello/as a quien el privilegio no ha contaminado la emancipación social del capitalismo.

Organización sin jerarquías ni autoridad, solidaridad y apoyo mutuo, asamblea y acción directa, desde la calle, el centro de trabajo, el barrio hasta el mundo entero.

Confederación Regional de Levante de la CNT-AIT

El Capitalisme és el major agreujant dels fenòmens meteorològics extrems

Causa general contra l’anarcosindicalisme

Causa general contra el anarcosindicalismo

Una organización no es, a la postre, más que un medio para determinada finalidad. Cuando se convierte en fin de sí misma, mata al espíritu y la iniciativa vital de sus miembros, estableciendo ese dominio de la mediocridad que es propio de la burocracia.

Rudolf Rocker

La libertad no es cómoda; es un estado de tensión constante, una conquista continua de territorios interiores y exteriores, un riesgo de todos los minutos.

Luce Fabri

Más de treinta Sindicatos de la CNT/AIT son denunciados ante la Audiencia Nacional, demandas interpuestas por quienes dirigen la actual CNT (CIT), un sindicato con el que hasta hace menos de 10 años formábamos una sola organización. El proceso judicial que estamos sufriendo, se asemeja a la persecución franquista perpetrada contra los adversarios antifascistas con aquella «causa general».

Con las demandas, pretenden obligarnos a dejar de usar “la denominación Confederación Nacional del Trabajo, las siglas CNT y por si eso no fuera suficiente, nos piden 50.000€ a cada Sindicato denunciado. Todo un despropósito de consecuencias previsiblemente catastróficas, también, para el conjunto del movimiento libertario.

El pasado 19 de septiembre comenzaron los juicios contra 16 Sindicatos de la CNT-AIT; ahora, en el mes de octubre, estamos pendiente de juicio otros 17 sindicatos más, entre los que nos encontramos el Sindicato de Fraga. No entraremos a explicar el porqué de esta situación, algo que ya se hizo hace 3 años en un texto titulado «Contra viento y marea», además del comunicado «A propósito de los juicios en la Audiencia Nacional contra la CNT/AIT» hecho público en septiembre de este mismo año.

Con esta actuación no solo se pretende hacer daño a la militancia díscola, también la de cerrar todas las puertas a cualquier intento de acercamiento de posturas ideológicas divergentes, en un ejercicio político excluyente que nada tiene de libertario.

Sí queremos destacar que la gravedad de los hechos, delata y pone en evidencia la personalidad de quien ha provocado esta situación y lleva el control de la denominada CNT(CIT), con rasgos propios del autoritarismo, comparables a los comportamientos de quien dirige cualquier partido estalinista o secta religiosa.

Lejos queda aquel 1918 cuando un grupo de trabajadorxs fundaron el Sindicato Único de Fraga, pero desde entonces el anarcosindicalismo ha formado parte de la sociedad fragatina y de las tierras bajas del Cinca. Con mayor o menor repercusión pero con momentos de extraordinaria relevancia histórica y con más de cien años de presencia, que ni la represión de la dictadura franquista, ni las intentonas de «demolición controlada» de la «democracia», ni el entrismo perpetrado desde el autoritarismo marxista y partidista, han conseguido interrumpir ni extinguir.

Decir además que, el desencuentro ideológico y humano lo es con quien dirige la actual CNT(CIT) y con las personas que las apoyan y justifican, en cualquier caso, siempre habrá una mano tendida con quien sufre la explotación, primando la solidaridad de clase por encima de ideologías o/y creencias. Recordamos que, para la militancia Confederal de Fraga, la lucha por la dignidad y la justicia social han ido siempre de la mano de las ideas anarquistas, siendo parte activa de la lucha obrera y de nuestra manera de organizarnos, integrándolas también, en lo posible, en nuestro caminar por la vida y así continuaremos en lo sucesivo.

Larga vida al anarcosindicalismo

Desde Fraga y la Comarca del Bajo/Baix Cinca en el Alto Aragón rural.

Sindicato de Oficios Varios de Fraga de la CNT/AIT

Fraga, 28 de octubre del 2024

Un nuevo monstruo aborda la clase obrera del siglo XXI en España

La que se reivindica legalmente como única y verdadera Confederación nacional del Trabajo, después de ser expulsada de la Asociación Internacional de les Trabajadores, ha interpuesto demandas contra 38 sindicatos que desde España se adhieren a la AIT con las siglas CNT-AIT, por el parecido estético y pidiendo que les paguen una suma de casi 2 millones de euros «por daños morales».

 

El 7 de mayo de 1977 se legalizó de nuevo en España la Confederación Nacional del Trabajo, 41 años después de que el bando nacionalista prohibiera los sindicatos obreros, dado que la clase obrera los usaba para hacer frente a la Patronal y a su estado protector.

Ya desde entonces diferentes corrientes de esa CNT discutieron la pertinencia o no de participar un el sistema electoral post-franquista dentro de las empresas, con lo que formalizó vía judicial la escisión entre la entonces CNT y la CGT.

En el siglo XXI nuevas generaciones tomaron el testigo de la sección española de la AIT, reconocida por la Internacional como CNT-AIT, pero según creció de nuevo esta Confederación Nacional del Trabajo surgieron nuevas tendencias, otra vez mirándose a un espejo de la cultura burguesa y planteando cambios como, convertir a la organización en una agencia de abogados, acompañar a movimientos políticos y nacionales, emplear cargos afines y abogados como asalariados de la misma agencia, y convertir una federación igualitaria en una central con un régimen piramidal.

A lo largo de décadas multitud de sindicatos que se habían federado fueron cayendo y huyendo de semejante sombra del anarcosindicalismo, y en 2016 esa Confederación Nacional del Trabajo fue expulsada por deslealtad e incumplimiento a la misma AIT que se reconstituyó con esfuerzo en 1922. Ya no podía llamarse más CNT-AIT.

Fue entonces que los sindicatos coherentes con el anarcosindicalismo, hasta entonces desfederados de esa CNT, tomaron el relevo como sección española de la AIT y fueron reconocidos por esta como CNT-AIT, una confederación de sindicatos anarcosindicalistas.

Es en 2024 que nos encontramos que la CNT desafiliada de AIT, a la que llamamos CNT(CIT) por su nueva afiliación, busca rentabilizar su nuevo formato empresarial con abogados, para reclamar 50.000 € a cada sindicato de la actual CNT-AIT con motivo de que se parecen las siglas, lo que dicen podría confundir a les trabajadores.

Este nuestro escrito es para aclarar mejor a la clase obrera y que no se confunda nadie.

Un nou monstre aborda la classe obrera del segle XXI a Espanya

La què es reivindica legalment com a única i verdadera Confederación Nacional del Trabajo, després de ser expulsada de l’Associació Internacional dels Treballadors, ha interposat demandes contra 38 sindicats que des d’Espanya s’adhereixen a l’AIT amb les sigles CNT-AIT, per la semblança estètica i demanant què els paguin una suma de quasi 2 milions d’euros «per danys morals».

El 7 de maig de 1977 es va legalitzar de nou a Espanya la Confederación Nacional del Trabajo, 41 anys després de què el bàndol nacionalista prohibís els sindicats obrers, donat què la classe obrera els utilitzava per a fer front a la Patronal i al seu estat protector.

Ja des d’aleshores diferents corrents d’aquella CNT van discutir la pertinència o no de participar en el sistema electoral post-franquista dins les empreses, amb la qual cosa va formalitzar via judicial l’escisió entre l’aleshores CNT i la CGT.

Al segle XXI noves generacions van prendre el testimoni de la secció espanyola de l’AIT, reconeguda per la Internacional com a CNT-AIT, però segons va tornar a créixer aquesta Confederación Nacional del Trabajo van sorgir noves tendències, una altra vegada mirant-se en un mirall de la cultura burgesa i plantejant canvis com, convertir l’organització en una agència d’advocats, acompanyar moviments polítics i nacionals, contractar càrrecs afins i advocats com a assalariats de la mateixa agència, i convertir una federació igualitària en una central amb un règim piramidal.

Al llarg de dècades multitud de sindicats que s’havien federat van anar caient i fugint de tal ombra de l’anarcosindicalisme, i el 2016 aquella Confederación Nacional del Trabajo fou expulsada per deslleialtat i incompliment a la mateixa AIT què es va reconstituir amb esforç el 1922. Ja no podia anomenar-se més CNT-AIT.

Fou aleshores què els sindicats coherents amb l’anarcosindicalisme, fins aleshores desfederats d’aquella CNT, van prendre el relleu com a secció espanyola de l’AIT i foren reconeguts per aquesta com a CNT-AIT, una confederació de sindicats anarcosindicalistes.

És el 2024 què ens trobem què la CNT desafiliada d’AIT, a la què anomenem CNT(CIT) per la seva nova afiliació, busca rentabilitzar el seu nou format empresarial amb advocats, per a reclamar 50.000 € a cada sindicat de l’actual CNT-AIT amb motiu de què s’assemblen les sigles, la qual cosa diuen podria confondre les treballadores.

Aquest nostre escrit és per aclarir millor a la classe obrera i què no es confongui ningú.

Drets dels temporers a França

Derechos de l@s temporer@s en Francia

De la CNT-AIT de Francia: Trabajadores temporeros en agricultura o agroalimentación en Francia : cuáles son sus derechos básicos

En Francia todos los trabajadores tienen los mismos derechos básicos

Todas las personas que trabajan en Francia, ya sea con empleador francés, ya sea con empleador establecido en el extranjero (en este caso tu serías un trabajor desplazado, travailleur détaché), tanto si se tiene, o no, un contrato legal, o si se trata de un contrato de duración determinada o de un contrat saisonnier (contrato de temporero), tienen los mismos derechos que los trabajadores franceses en lo que respecta a jornada laboral, remuneración, salud, seguridad y equipos de protección. Incluso si usted no ha sido declarado por su empleador y/o no tienes permiso de trabajo o residencia en Francia gozas de los derechos relativos a tu trabajo.

Si su empleador está establecido en Francia, la empresa debe inscribirle en la seguridad social francesa (Mutualité Sociale Agricole, MSA, régimen agrario). También debe enviarle su número de registro en la seguridad social (numéro de la sécurité sociale), que se compone de 15 dígitos.

Las normas jurídicas para la celebración y extinción del contrato de trabajo son diferentes según se trate de una empresa francesa o de una empresa extranjera. Antes de firmar un contrato o presentar su dimisión, para proteger al máximo sus derechos previstos por la legislación francesa, póngase en contacto con un sindicato para obtener asesoramiento. Los trabajadores saisonniers (temporeros) se benefician adicionalmente de los derechos previstos por el convenio colectivo aplicable (Convention collective) a los trabajadores saisonniers.

Si su empleador es una empresa francesa, deberá hacerte firmar un Contrato de Duración Determinada de Temporada (CDD Saisonnier). El empleador debe darle, antes de un máximo 48 horas tras el inicio del trabajo, un contrato escrito en el que se indique el nombre del puesto, las tareas a realizar, la duracin mínima del contrato, el convenio colectivo aplicable, el salario, el duración del período de prueba (1 día/semana trabajada, máximo 2 semanas para contratos de 6 meses o menos).

Al finalizar el periodo de trabajo, el empleador deberá proporcionar:

  • Un certificado de trabajo (certificat de travail), fechado y firmado por el empleador, que indique el período que has trabajado)
  • Un recibo del saldo de todas las cuentas (solde de tout compte) que resume las cantidades adeudadas por el empleador y lo que ha ya pagado. Si no está de acuerdo con lo que le paga el empleador, puede negarse a firmar el saldo en su totalidad, lo que le dará más tiempo para reclamar más adelante el salario que cree que le deben más adelante. Incluso si usted se niega a firmar, el empleador deberá pagarle todo el dinero indicado.
  • Un certificado (Attestation) “France Travail” (la antigua attestation Pôle Emploi; muy importante para tener derecho al desempleo)

En Francia el trabajo a jornada completa es de 35 horas semanales. más allá, son horas extras.

Para todos los trabajadores en Francia, la jornada laboral legal es de 35 horas por semana (7

horas al día, con un máximo de 10 horas de trabajo por día, y 48 horas por semana, a menos que existen excepciónes legales). Puedes trabajar horas extras (heures supplémentaires, heures sup’).

Usted tiene derecho a – al menos- a una pausa de 20 minutos cada 6 horas trabajadas. Tiene derecho a un período de descanso de al menos 11 horas consecutivas entre dos jornadas de trabajo (por ejemplo entre dos días laborables) y un período de descanso de 35 horas consecutivas cada semana. Si trabaja por la noche (entre las 21.00. y las 6.00), se aplican normas especiales para proteger su salud y seguridad.

Si todos los trabajadores no tienen el mismo horario, su empleador deberá llevar un registro individual en el que se indiquen el inicio, el final y la duración de su jornada laboral diaria (feuille d’heures). En cualquier caso, anote usted mismo sus horas y las tareas realizadas; esto será necesario si el jefe no quiere pagarle todas sus horas trabajadas, ni sus horas extras. Puede descargar un modelo de hoja de registro de horas aquí.

Todas las horas de trabajo deben pagarse o compensarse

El salario bruto se compone de dos partes: una parte que se paga directamente al trabajador (el salario neto) y la parte de las cotizaciones sociales, que son contribuciones a los seguros sociales obligatorios (seguridad social, accidentes de trabajo, desempleo, jubilación). Si trabaja con un contrato de trabajo legal y paga las cotizaciones sociales, tiene derecho a la seguridad social (Hay otras reglas para los trabajadores extracomunitarios). Para un trabajador, tener un contrato de trabajo legal – y no trabajar ilegalmente- juega en su propio beneficio.

Su remuneración esta integrada por :

  1. El salario base. Debe ser al menos igual al salario mínimo establecido por el convenio colectivo aplicable y nunca debe ser inferior al salario mínimo legal (SMIC) (en 2024, importe bruto horario: 11,65 € ; importe horario neto : 9,23 €) ;
  2. El pago de las vacaciones retribuidas (prime congés payés), del 10% del salario bruto, que corresponden al salario de 2,5 días por mes trabajado);
  3. Incrementos salariales si trabajó horas extras, trabajo nocturno o si trabajó en un día festivo. Las horas extraordinarias son aquellas trabajadas más de 35 horas semanales. A menos que el convenio colectivo aplicable de su contrato establezca un tipo inferior, según la Convention Collective Production Agricole et Cuma usted tiene derecho a un incremento salarial de al menos el 25% por las primeras 8 horas extras -en una misma semana- y 50% para las siguientes. Su empleador puede decidir sustituir este incremento por un periodo de descanso adicional remunerado;
  4. Si procede, determinadas primas previstas en el convenio colectivo (condiciones de trabajo particulares: penosidad, insalubridad, molestias, etc.).

Además, si usted es trabajador temporal con contrato CDD no saisonnier, se beneficia de una indemnización por fin de misión, salvo que tenga un contrato temporal de duración indefinida intermitente. (CDI intermittent)

Al final de su trabajo, su empleador debe entregarle una nómina (bulletin de salaire) que contenga la siguiente información: salario de base bruto (Salaire de base), tarifa por hora (taux horaire), nombre o código del convenio colectivo, número de horas trabajadas, horas extras y posibles bonificaciones, y posibles primas.

Las horas perdidas por mal tiempo o reducción de trabajo se pueden recuperar pero se deben pagar

Las horas perdidas por malas condiciones meteorológicas podrán recuperarse, pero en ningún caso deberán suponer una reducción de la retribución mensual. De manera más general, el empleador debe pagar una remuneración conforme al número de horas estipuladas en el contrato. A menudo vemos a los empresarios pedir a los empleados en el último momento que no vengan a trabajar en un día concreto durante la ejecución de su contrato debido a las condiciones climáticas, una reducción de necesidad de trabajo, etc. Los empleados permanecen en el alojamiento, a veces esperando varios días… entonces el empleador las señala como ausencia injustificada (y por lo tanto no les paga) aunque sea él quien los dispensó de trabajar. Es una práctica muy extendida para mantener a los empleados (muy a menudo extranjeros) disponibles permanentemente durante varias semanas y pagarles sólo cuando sea necesario…. Si el jefe le pide que no venga a trabajar, exija que se lo comunique por escrito (carta, whatsapp, SMS …).

Los gastos profesionales no se pueden deducir de tu salario

El reembolso de los gastos profesionales se añade al pago de su remuneración. Si usted es contratado directamente por una empresa establecida en Francia, su empleador deberá reembolsarle sus gastos profesionales en las mismas condiciones que a los trabajadores franceses. En caso de tu eres trabajador desplazado (travailleur détaché), tiene derecho, en determinadas condiciones, al reembolso de los gastos profesionales relacionados con el transporte, las comidas o el alojamiento.

Tiene derecho a vacaciones

Cada trabajador tiene derecho a 2,5 días de vacaciones retribuidas por mes de trabajo real. Si trabajas menos de un mes, sus vacaciones se calcularan en función del número de días trabajados. Si no ha disfrutado de sus vacaciones, se le deberá abonar en forma de compensación por vacaciones retribuidas equivalente al 10% de la remuneración total percibida (incluidas las horas extraordinarias). Los días festivos no laborables se pagan con arreglo a lo dispuesto en el convenio colectivo. También están previstos otros días de permiso por motivos familiares (por ejemplo, nacimiento o muerte).

Su salud y seguridad, ante todo

Su empleador (y la empresa francesa en la que trabaja) es responsable de proteger su salud y su seguridad. Tiene derecho a un examen médico de salud ocupacional (médecine du travail) a petición tuya, de forma gratuita y sin necesidad del acuerdo de su empleador.

Su jefe debe tomar medidas y proporcionarle equipos de protección adecuados a los riesgos a los que pueda estar expuesto (trabajos en altura, productos peligrosos, utilización de maquinaria, equipos y maquinaria agrícolas, etc.). Su empleador debe brindarle formación en seguridad y explicarle cómo usar herramientas y equipo de protección personal. Debe respetar las protecciones colectivas instaladas y llevar el equipo de protección individual proporcionado por el empleador. En caso de peligro grave e inminente que ponga en peligro su seguridad, debe avisar a la persona responsable y puede parar de trabajar.

En caso de calor extremo, su empleador debe proteger a los trabajadores más expuestos (proporcionar agua potable, adaptar el horario de trabajo, etc.). Signos que deben alertarle: dolores de cabeza, sensación de fatiga inusual, mareos, malestar general, pérdida del equilibrio, desorientación, habla incoherente, pérdida del conocimiento. Las acciones de primeros auxilios a realizar: llamar a los servicios de emergencia (número de emergencia: 15), detener toda la actividad de la persona afectada, refrescarla llevándola a la sombra o a un lugar fresco, refrescar su cuerpo con agua, darle agua y alertar al empleador por escrito (carta, Whatsapp, SMS).

Carteles-guía de El eco saisonnier : Castellano (invernadero, campo), Português, Italiano, English, Français

Si considera que la situación es peligrosa, tiene derecho a ejercer su derecho de desistimiento (droit de retrait): deberá avisar inmediatamente a su empleador (preferiblemente por escrito: carta, whatsap, o por SMS) de que abandona el trabajo debido a un peligro grave e inminente. El empleador no puede pedirle que regrese a su puesto mientras persista este peligro. No podrá imponerse ninguna sanción o retención de salario al trabajador que ejerza su derecho de desistimiento.

En caso de accidente de trabajo, aunque seas extranjero, tienes derecho a una indemnización y el tratamiento es gratuito. Su jefe está obligado a informar del accidente a la inspección del trabajo en un plazo de 48 horas, pero también tiene que hacer una declaración al organismo de la seguridad social competente (MSA en el régimen agrícola). Ver aquí de forma resumida cómo proceder ante un accidente:

 

Su alojamiento debe ser digno

Su empleador no está obligado a proporcionarle alojamiento. Pero, si lo hace, este alojamiento debe cumplir con los requisitos de seguridad y salubridad: el alojamiento no podrá encontrarse en un sótano ni consistir en tiendas de campaña (a menos que tengan un permiso especial extraordinario), con un máximo de 6 trabajadores por dormitorio no mixto, prohibición de las camas en literas, al menos 6 m2 por ocupante, sin temperaturas excesivas en el alojamiento; una ducha para cada 6 personas, un lavabo para cada 3 personas, 1 aseo para cada 6 personas.

Los gastos de alojamiento en que incurra el empleador se pueden deducir del salario. Ahora bien, el salario restante no podrá ser inferior al salario mínimo legal o al previsto por el convenio colectivo aplicable.

Usted tiene derecho a huelga y el jefe no puede despedirle por eso

Si ha padecido unas condiciones laborales abusivas o tratos degradantes o inhumanos, puede presentar una denuncia por escrito ante la Inspección de Trabajo. Para ayudarle a que se reconozcan sus derechos, puede ponerse en contacto con el Tribunal Laboral, que en Francia es el “Conseil des Prud’hommes” Sin embargo, debe saber que los procedimientos legales ante el Tribunal Laboral son largos y no siempre resultan a favor de los trabajadores. Y el Tribunal no podrá darle más de lo que establece la Ley, y a menudo (si usted ganara) le dará menos.

La mejor defensa para garantizar que se respete su dignidad es la acción directa y colectiva. Discuta con sus compañeros, organice reuniones de grupo, anote problemas en un cuaderno. En Francia, para hacer huelga legalmente sólo se necesitan dos trabajadores. No hay necesidad de un sindicato. No hay obligación de informar al jefe que van a hacer huelga, es mejor mantener el factor sorpresa informándole al jefe por escrito (carta, whatsapp, SMS) al inicio de la huelga que, a partir de ahora, ustedes van a parar el trabajo, hasta que se cumplan sus demandas. Estas demandas deben estar relacionadas con las condiciones laborales (remuneración, seguridad, jornada laboral, etc.)

No dude en contactar a la sección francesa de la Asociación Internacional de Trabajadores (CNT-AIT)

Esta guía sobre los derechos de los trabajadores fue elaborada por trabajadores militantes de la CNT-AIT francesa, algunos de los cuales son o fueron trabajadores agrícolas temporeros. Fue verificado y validado por trabajadores de la inspección del trabajo, simpatisantes con la CNT-AIT. Sin embargo, si unos errores persisten, infórmenos.

Nuestro agradecimiento a los compañeros de la CNT-AIT de España y del Grupo El Eco Saisonnier para su apoyo a la traduccion.

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